Corre como el viento

¡Corre, que no lo alcanzas! Mira hacia delante, y también a tus oponentes, aprende de la situación, y de ellos. Todos dentro de la misma carrera, la de modelarte, la saber qué es esto de conseguir.

Avanzas, tienes metas, que lo único que significan son una dirección, pero motivan. Son una mera excusa para correr pero te das cuenta con el tiempo, cuando lo consigues. ¿El qué? Correr, ganar un premio sorpresa, el de ver que ya no compites, el que ya los que eran tus oponentes, corren carreras distintas a la tuya.

Ya no te enriquecen para tu sentido, sino para compartir lo que es cada sentido.
Me he pasado tanto tiempo concentrado en hacer las cosas bien, en justificar mi posición, que al fin la he hecho mía.

Agrada la diferencia, cuestiona tu lugar y en consecuencia lo afinca si ganas la contienda. Algunas veces se gana por resistencia, por principio, por sentimiento que por raciocinio, al fin al cabo por lo que Es.

Darme cuenta de ésto, me ha servido para verme más alejado del mundo, pero también, para tener un color distinto, el mío.