Recuerda

Hace tiempo que se me había olvidado que todo está bien. Consigues ver las cosas desde arriba, ya no son tan importantes, hasta las que suelen serlo.

Ya no deseo hundirme en ese agujero tan deseado, he perdido demasiadas personas en esas circunstancias, para caer yo también.

No quiero querer escuchar algo fácil y reconfortante. No quiero ser querido por algo dado. No quiero ser lo que siempre he odiado.

Creo que estoy cogiendo rencor al dolor, le miro a la cara con desprecio, ya no es el compañero de fatigas que era antes. Miro por la ventana y veo un sol blanco y helado, en un día precioso pero frío, hoy pasearé conservando mi propio calor.

Ha desaparecido la envidia, la suerte ajena, ahora hay límites con los cuales jugar. Se me van los sentimientos, ahora sólo quedan emociones.

Vete a casa y piensa, no te dejes llevar.

Corre como el viento

¡Corre, que no lo alcanzas! Mira hacia delante, y también a tus oponentes, aprende de la situación, y de ellos. Todos dentro de la misma carrera, la de modelarte, la saber qué es esto de conseguir.

Avanzas, tienes metas, que lo único que significan son una dirección, pero motivan. Son una mera excusa para correr pero te das cuenta con el tiempo, cuando lo consigues. ¿El qué? Correr, ganar un premio sorpresa, el de ver que ya no compites, el que ya los que eran tus oponentes, corren carreras distintas a la tuya.

Ya no te enriquecen para tu sentido, sino para compartir lo que es cada sentido.
Me he pasado tanto tiempo concentrado en hacer las cosas bien, en justificar mi posición, que al fin la he hecho mía.

Agrada la diferencia, cuestiona tu lugar y en consecuencia lo afinca si ganas la contienda. Algunas veces se gana por resistencia, por principio, por sentimiento que por raciocinio, al fin al cabo por lo que Es.

Darme cuenta de ésto, me ha servido para verme más alejado del mundo, pero también, para tener un color distinto, el mío.

espejo

Abro mi pecho y encuentro cosas que no quiero tener, porque no debieran ser así para que la composición del paisaje fuera sincera. ¿A quién tengo delante? A un consumidor de mi arte, del color de mi conducta.

Me disecciono en cada instante para sacar lo mejor, para conquistar el mundo, para que mundo se sienta conquistado. Me pregunto, sabe o no sabe, es capaz de ver la semitransparencia de mis actos o no. No sé si estoy jugando solo ¿importa? ¿Esto es sólo por y para mí? Yo necesito ser así, la obligación es impuesta por el deber de ser. La razón es el creador, la creación o el crear, en cada instante, pero se confunden en uno solo. La única vía de escape de lo que soy son mis palabras, y la luz que siente ella, ¿de dónde viene?. No sé si es sensible a las partes traslúcidas para entenderlas, pero si no existiesen, no habría luz.

¡Transparencia! Es lo que quieres, es el ansia de ser libre, la paralela expresión. Pero nunca llegarás. Es demasiado vasta, difícil de asimilar, no sirve de nada, pero perfecta.

Muévete con ritmo, domina la regla. Sé libre dentro del espacio que se te es dado, y trasmitirás todo, y no sabrá de dónde viene, sí de mí, pero no de qué parte. Su sonrisa es mi premio, mi ambivalencia, tenerla.

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